“Como si una manada de gacelas transparentes se trasladase en el aire del mundo al
crepúsculo- fue eso lo que Lori consiguió; la victoria translúcida fue breve y
promisoria…Se había vuelto más habilidosa, como si de a poco se estuviese
acostumbrando a la Tierra…”
Clarice Lispector
Un aprendizaje o El libro de los placeres
El presente texto tiene la intención de difundir esta “reunión de
características”, denominada en su conjunto “PAS”, que la Dra. Elaine Aron, psicóloga
norteamericana, describió en los años 90 en su obra ‘El don de la sensibilidad’, y que
comprende según se cree entre un 15% y un 20% de la población, afectando en igual
medida a mujeres y hombres. Y subrayo la expresión “reunión de características” para
diferenciarlo de un cuadro psicopatológico.
No se trata de un trastorno psicopatológico; no obstante, es muy importante
para las personas con estas características tener plena conciencia de las mismas con el
objetivo de evitar trastornos que pueden derivarse de la alta sensibilidad y, lo que cual
es igualmente necesario, sacar el mayor provecho de este DON.
El sentimiento más frecuente del PAS es, quizás, sentirse abrumado, agobiado,
en situaciones cotidianas que parecen no afectar al resto de las personas. Esto conlleva
un sentimiento de inadecuación e impotencia que, según las características del
entorno social y psicológico, puede derivar a menudo en lo que suele denominarse
“una baja autoestima”.
Existe un TEST muy sencillo, que ideó la Dra. Aron, para detectar la alta
sensibilidad.
Transcribo a continuación las preguntas principales, aunque es muy importante
tener en cuenta que pueden existir variaciones de acuerdo a la cultura que impera en
el espacio vital del PAS.
En este sentido, es esencial, más aún en esta etapa de comienzo de la
investigación, la auto observación para enriquecer los matices diferenciales de cada
uno.
TEST :
Cada consigna se responde por sí o por no.
*Me afecta especialmente el comportamiento de los demás.
*Tengo la sensación de ser consciente de cosas muy sutiles en mi entorno que los
demás parecieran no percibir.
*Suelo ser muy sensible al dolor.
*En los días ajetreados, suelo tener necesidad de retirarme, de tirarme en la cama,
buscar una habitación en penumbra o cualquier otro lugar donde pueda encontrar
algo de tranquilidad y alivio frente a la estimulación.
*Soy particularmente sensible a los efectos de la cafeína.
*Me abruman fácilmente las luces brillantes, los olores fuertes, las sirenas de policía o
ambulancias.
*Los ruidos fuertes me hacen sentir incómodo/a.
*Tengo una vida interior rica y compleja.
*Me conmueven profundamente las artes o la música.
*Soy muy concienzudo/a (que pone mucha atención, cuidado y aplicación en lo que
hace)
*Me asusto con facilidad.
*Me agobio cuando tengo muchas cosas que hacer en poco tiempo.
*Cuando alguien se siente a disgusto en un entorno físico, suelo saber lo que hay que
hacer para hacerle sentir más cómodo (como cambiar la luz o lo asientos).
*Me molesta que los demás pretendan que haga demasiadas cosas a la vez.
*Me esfuerzo mucho por no cometer errores u olvidarme de algo.
*Suelo evitar las películas violentas.
*Me resulta desagradable la activación que me provoca el ajetreo a mi alrededor.
*Los cambios en la vida me conmocionan.
*Suelo percibir y disfrutar de las buenas esencias, sabores, sonidos y obras de arte.
*Para mí tiene mucha importancia disponer mi vida de modo que pueda evitarme
situaciones perturbadoras o abrumadoras.
*Cuando tengo que competir o ser observado/a en la ejecución de una tarea, me
pongo tan nervioso/a e inseguro/a que termino haciéndolo peor de lo que podría
hacerlo.
*Cuando era niño/a, mis padres o mis profesores me solían ver como una persona
sensible o tímido/a.
Quizás, si tus respuestas son mayoritariamente positivas, te parezca que es
“natural” ser así, que así reacciona “todo el mundo”. Pues no. Entre un 80% y 85% de
las personas responden mayoritariamente que no en casi todas las preguntas.
La cuestión en juego es poder determinar el “grado” de nuestra afectación.
Lógicamente los ruidos fuertes o las luces muy brillantes afectan a todas las
personas, pero quizás a vos se te torne “insoportable”, sientas una urgente necesidad
de alejarte del estímulo, incluso quizás sientas algo parecido al dolor ( por ejemplo
“sensación de que te taladran la cabeza”).
Nuestro entorno suele tildarnos de “exagerados”.
Es difícil para los demás comprender que cosas tan “sencillas” como ir al
supermercado, ir a una reunión social que dure varias horas, salir a pasear un día
entero, hacer trámites en lugares públicos, esperar en un negocio donde hay una radio
encendida a alto volumen, una sala de espera con una pantalla que transmita
continuamente canales de noticias, y tantas otras situaciones frecuentes en una vida
“normal”, nos “agobie” al punto tal de sentirnos “sobrepasados” por la situación,
poniéndonos muy “nerviosos”, lo cual a su vez nos torna muy irritables.
El conjunto de sensaciones que nos agobian es producto del stress que implica
recibir una enorme cantidad de estímulos, muchísimos más que el común de las
personas.
La determinación de esta sensibilidad es biológica y nos acompaña desde
nuestro nacimiento.
La necesidad de responder a las demandas parentales, escolares y sociales , en
general, nos lleva a hacer un gran esfuerzo para “ser como los demás” y no “bichos
raros”.
Como decíamos, este enorme esfuerzo genera stress, esto es, una reacción
fisiológica del organismo en la que entran en juego diversos mecanismos de defensa
para afrontar una situación que se percibe como amenazante o de demanda
incrementada.
El efecto que tiene la respuesta ´stress´ en el organismo es profundo.
Menciono sólo los efectos más relevantes:
-Predominio del sistema nervioso simpático: vasoconstricción periférica, midriasis,
taquicardia, taquipnea.
-Liberación masiva en el torrente sanguíneo de glucocorticoides: adrenalina,
noradrenalina, cortisol y encefalina.
- Aumento en sangre de la cantidad circulante de glucosa.
El cuerpo desarrolla NORMALMENTE estos mecanismos para aumentar las
probabilidades de supervivencia frente a una amenaza a corto plazo. PERO, a mediano
y largo plazo este estado de alerta desgasta las reservas del organismo.
El stress provoca INMUNODEPRESIÓN.
Las respuestas de tipo emocional que se presentan en personas afectadas por
el stress son las siguientes: abatimiento, tristeza, irritabilidad, apatía, inestabilidad
emocional, etc.
El diagnóstico más frecuente con el que se llega a la consulta médica es
DEPRESIÓN.
También suelen asociarse al agotamiento por sobre-estimulación ciertas
adicciones: cafeína, tabaco, cocaína, para incrementar el nivel de respuesta;
marihuana, alcohol, ansiolíticos, para intentar bajar el nivel de estímulos.
Aparte de los muchos test que podemos encontrar y que dan una idea de las
diferentes facetas del rasgo que uno puede tener, Aron nos dio cuatro pautas que
deben estar presentes en la persona para poder tener la seguridad de que es una PAS,
una persona altamente sensible. No puede faltar ni una y esto es muy importante. Si
faltan una o más, la persona no es PAS.
María José Iglesias
Lic. En Psicología. U.N.L.P.
Este texto esta basado fundamentalmente en las investigaciones de la doctora Elaine
Aron, integrados con elementos nacidos de mi experiencia personal y profesional.
Bibliografía
“El don de la alta sensibilidad”, Elaine Aron, Ediciones Obelisco, 2015. (Primera edición
en inglés: 1996)
Sensitive, the untold story, película documental de 2015, basada en la vida y la
investigación de Elaine Aron.
Link para renta o compra del film:
https://sensitive-theuntoldstory.vhx.tv/packages/sensitive-the-untold-story-
1/videos/413182768
“Personas altamente sensibles”, Karina Zegers de Beijl, La esfera de los libros, 2016.