-La persona difícilmente puede remediar su tendencia a procesar toda la información recibida de una manera intensa y profunda. Rumia los temas y les suele dar muchas vueltas.
-La persona llega a saturarse y sentirse sobreestimulada cuando tiene que procesar mucha información (sensorial y emocional) a la vez, por ejemplo estando en un centro comercial abarrotado de gente.
-La persona vive todas las experiencias con mucha emocionalidad; se emociona con facilidad ante un sinfín de situaciones y cosas que le tocan el alma por su belleza y pureza, pero de la misma manera por su tristeza o cuando siente una profunda impotencia. Esto puede dar lugar a una intensa empatía, una característica que también forma parte del rasgo de la alta sensibilidad.
-En cuarto lugar, cabe resaltar una elevada sensibilidad no solamente en cuanto a los cinco sentidos (vista, tacto, oído, gusto, olfato) sino también de cara a sutilezas como pequeños cambios en el entorno o en el estado emocional de las personas que la PAS tiene delante.
A los no-PAS, que no se cansan ni se saturan tan rápido porque no reciben
tanta información sensorial, y que tampoco se estresan con tanta facilidad por el mismo motivo, sobrellevar un trabajo puede costarles, pero raras veces les cuesta tanto como a un PAS que ha aterrizado en un entorno que por exceso de luces, de ruidos y de personas, le puede suponer un brutal bombardeo de su sistema neurosensorial.
Por desgracia no es una excepción que una persona altamente sensible tenga que renunciar a un trabajo por agotamiento.
Miremos primero la actitud que la mayoría de los PAS tienen en el trabajo:
suele ser una persona amable y casi siempre dispuesto a ayudar. En muchos casos hace mucho más de lo que es necesario, ya que para él es normal darle una mano a algún compañero que no da abasto. Sus colegas saben que pueden contar con él, y no dudan en pedirle favores. Pocas personas altamente sensibles son capaces de decir que no; les cuesta decir que tienen poco tiempo o que ya tenían otro plan.
El deseo de ayudar a otra persona es una característica noble y positiva.
Pero hay una diferencia entre querer ayudar y sacrificarse.
Todos disponemos de una determinada cantidad de energía. Normalmente la energía que se gasta durante el día se vuelve a restaurar por la noche. Cada uno tiene su propio equilibrio energético. Cuando gastás más de lo que durante la noche se puede restaurar, se empieza a crear un déficit. Al principio no lo notás y no pasa nada.
Tenemos la reserva. Pero si el desequilibrio perdura y se llega a gastar hasta la reserva, la persona cae enferma.
Una persona que no se cuida bien y que no toma todo el descanso que
necesita, empieza a sentirse cada vez más agitada y nerviosa. Empieza a irritarse. El cansancio aumenta y se acumula, y cuanto más cansada está, paradójicamente, más le costará dormirse.
Un PAS se cansa antes que un No-PAS.
Si sos una persona altamente sensible, reitero, recibís mucha más información y la procesás con mucha más profundidad que una persona con menos sensibilidad, sin que te lo propongas.
Toda la información que una persona recibe, necesita ser ´digerida´. Y el tiempo disponible para digerir la información es limitado.
PAS y no-PAS disponen de la misma cantidad de tiempo para procesar o digerir la información recibida.
No es difícil entonces comprender que un PAS necesite más tiempo para
descansar y que su reserva de energía se agote antes que la reserva del No-PAS.
Si trabajás más de la cuenta, si no llegás al descanso que tu cuerpo y tu mente necesitan, estás creando un déficit de energía.
Si el déficit crece y se llega a consumir la reserva, te enfermás y vas a necesitar mucho tiempo para reponerte.
Algunos consejos:
Es importante escuchar a tu cuerpo.
Es importante respetar tu ‘reserva energética’.
Es importante parar de vez en cuando durante el día laboral para desconectarte, para respirar aire fresco o para hacer una pequeña meditación.
Buscá maneras de maximizar los cuatro pilares de la salud: nutrición, ejercicio, sueño y relajación.
Evitá demasiada cafeína, y procurá no entrar en el espiral negativo de cafeína durante el día, y alcohol y calmantes (en todas sus formas) por la noche.
Aprendé técnicas de relajación, inclusive las de la meditación visual o guiada.
Escuchá música, aprendé a tocar un instrumento o buscá un hobby como, por ejemplo, la pintura, el dibujo, la escritura o la fotografía.
Y no olvidemos el ejercicio. El ejercicio repetitivo es ideal para quitarte el estrés, pero muchos PAS prefieren yoga y tai-chi para mantenerse en forma.
Y para terminar – nada, pero nada es tan efectivo como dormir bien y suficiente.
Para finalizar:
Tomar conciencia de la incidencia de este rasgo en nuestras vidas, nos abre laspuertas para disfrutar del gran potencial creativo que esta sensibilidad conlleva.
No me refiero sólo a la capacidad de crear obras de arte. El gran caudal de
información acumulada nos hace sumamente creativos a la hora de encontrar soluciones. Rápidamente somos capaces de ver conexiones con otros temas paralelos y llegar a conclusiones novedosas.
Disfrutar de los pequeños matices que podemos captar en las situaciones más diversas, emocionarnos por cosas aparentemente insignificantes, como la incidencia de un rayo de sol en nuestro cuarto, o descubrir que abrió una nueva flor en nuestro jardín, son fuentes de felicidad en el día a día.
Captar las conexiones sutiles, pensar de una manera ´holística´, nos hace tener conciencia de las implicaciones y consecuencias de un gesto, una palabra, como así también de ver los detalles que se necesitan para que algo funcione mejor.
Está en nuestras manos la posibilidad de transmutar todos los aspectos de este rasgo, que no es a priori ni bueno ni malo (nada lo es), en un nuevo saber-hacer que alumbre nuestra vida en el juego misterioso del mundo.
María José Iglesias
Lic. En Psicología. U.N.L.P.
Este texto esta basado fundamentalmente en las investigaciones de la doctora Elaine
Aron, integrados con elementos nacidos de mi experiencia personal y profesional.
Bibliografía
“El don de la alta sensibilidad”, Elaine Aron, Ediciones Obelisco, 2015. (Primera edición
en inglés: 1996)
Sensitive, the untold story, película documental de 2015, basada en la vida y la
investigación de Elaine Aron.
Link para renta o compra del film:
https://sensitive-theuntoldstory.vhx.tv/packages/sensitive-the-untold-story-
1/videos/413182768
“Personas altamente sensibles”, Karina Zegers de Beijl, La esfera de los libros, 2016.